El Sitio Arqueológico Monte Verde, ubicado en el sur de Chile, es una ventana única al pasado remoto de la humanidad. Enclavado en un entorno de bosques subantárticos y siempreverdes, este lugar resguarda evidencia de una ocupación humana temprana hace aproximadamente 14.800 años, lo que lo convierte en uno de los asentamientos más antiguos del continente americano.
Gracias a la excepcional conservación proporcionada por una capa de turba, se han descubierto restos que revelan la vida cotidiana de sus habitantes. Desde viviendas construidas con troncos, pieles y estacas, hasta herramientas de madera y piedra, alimentos vegetales como papas silvestres y huesos de mastodontes, Monte Verde refleja la capacidad de adaptación de un grupo humano que aprovechó los recursos del bosque templado valdiviano y las costas del Pacífico.
Este sitio no solo es significativo por su antigüedad, sino también por la diversidad de actividades documentadas, que incluyen caza, recolección, preparación de alimentos y posibles prácticas rituales o chamánicas. La dieta variada, la arquitectura funcional y los artefactos encontrados demuestran una ocupación permanente, desafiando la idea tradicional de los cazadores-recolectores como grupos exclusivamente nómadas.
Monte Verde es un testimonio invaluable de la historia humana, ofreciendo claves para entender la temprana presencia del ser humano en América y su interacción con el medio ambiente en un pasado lejano.